Con el paso del tiempo y el uso, los cauchos pueden sufrir un proceso de deterioro conocido como cristalización, que afecta a su elasticidad, adherencia y resistencia.
La cristalización de los cauchos se produce cuando el caucho se endurece y pierde sus propiedades originales, debido a factores como la exposición al sol, el calor, el frío, la humedad, el ozono o el uso de productos químicos.
Este fenómeno puede provocar que los cauchos se agrieten, se deformen o se desprendan trozos de la banda de rodadura, lo que aumenta el riesgo de pinchazos, reventones o pérdidas de control del vehículo.
¿Cuáles son los peligros de conducir con un neumático cristalizado?
Cuando un caucho se ha cristalizado pierde algunas de sus propiedades que hacen que este tenga un desempeño óptimo.
El agarre y adherencia en las curvas, el aquaplaning, la distancia de frenado o imprecisión en la dirección del volante, pueden ser algunos síntomas de cauchos cristalizados y estos deben ser descartados inmediatamente.
¿Cómo puedes saber si tus cauchos están cristalizados?
Existen varias maneras de comprobar si un caucho está cristalizado. Cabe destacar que la mejor opción es acudir a un experto, ya que muchas veces estas señales no son apreciables a simple vista, pero si quieres un chequeo rápido o sospechas que tus cauchos pueden estar cristalizados, puedes probar lo siguiente:
- Observa la superficie de la banda de rodadura del caucho en busca de grietas.
- Intenta hundir fuertemente la uña sobre la superficie, un caucho blando donde puedas ver la marca de tu uña, definitivamente no está cristalizado.
- Verifica si sientes algún tipo de vibración al conducir.
- Mantente atento a faltas de precisión en las curvas sobre todo a velocidades medias o altas.
- Chirridos o ruido excesivo producido por la banda de rodadura al conducir pueden ser síntomas de cristalización.
¿Se puede evitar la cristalización de los cauchos?
Es importante seguir una serie de consejos que nos ayudarán a alargar la vida útil de los cauchos y a evitar que suceda el fenómeno de la cristalización.
- Revisar periódicamente la presión del aire. Es importante mantener un rango de presión siguiendo las indicaciones del fabricante.
- Evitar circular con los cauchos desinflados, sobrecargados o con una velocidad que exceda sus capacidades.
- Proteger los cauchos del sol, el calor y la humedad cuando el vehículo esté estacionado, utilizando una lona o un lugar cubierto y ventilado.
- Limpiar los cauchos con agua y jabón neutro, evitando el uso de productos abrasivos o disolventes que puedan dañar el caucho.
- En última instancia cambiar los cauchos cuando presenten signos evidentes de cristalización, como grietas, deformaciones o desprendimientos, o cuando hayan superado los 10 años desde su fecha de fabricación.
La cristalización de los cauchos es un problema que puede comprometer nuestra seguridad y la de los demás usuarios de la vía. Por eso, es fundamental cuidarlos y sustituirlos cuando sea necesario, confiando siempre en profesionales cualificados que nos ofrezcan productos de calidad y nos puedan alertar a tiempo de unos cauchos en mal estado.